REFERENTES DEL CONCEPTO DE COMPETENCIA
La
Reforma Integral de la Educación Básica iniciada desde el 2004 con preescolar,
en 2006 con secundaria y en el 2009 con primaria, parte de referentes que se
encuentran en acuerdos internacionales y los traduce al plano nacional, con el
propósito de favorecer el desarrollo de competencias en los alumnos que cursan
la Educación Básica para responder a las necesidades y expectativas que tiene
la sociedad mexicana acerca del futuro ciudadano que desde ella espera formar.
EL
CONTEXTO INTERNACIONAL COMO REFERENTE DE LA NOCIÓN DE COMPETENCIAS
Conferencia Mundial sobre Educación para
Todos, celebrada en Jomtien, Tailandia (1990)
Comisión Internacional sobre la
Educación para el Siglo XXI, presidida por Jacques Delors (1996)
Por
su parte la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI,
presidida por Jacques Delors (1996), señaló en su informe presentado a la UNESCO
que la educación básica debía llegar, en todo el mundo, a los 900 millones de
adultos analfabetos, a los 130 millones de niños sin escolarizar y a los más de
100 millones de niños que abandonaban la escuela antes de tiempo. Además,
puntualizó que los contenidos educativos de este tramo formativo tenían que fomentar
el deseo de aprender, el ansia y la alegría por conocer y, por lo tanto, el
afán y las posibilidades de acceder más tarde a la educación durante toda la
vida.
Foro Mundial sobre la Educación,
celebrado en Dakar (2000)
En
el Foro Mundial sobre la Educación, celebrado en Dakar (2000), la comunidad
internacional reafirmó su compromiso de asegurar el acceso a una educación
primaria de alta calidad para el año 2015. Asimismo, en uno de sus puntos
señala: dada la enorme diversidad cultural que caracteriza a los pueblos
latinoamericanos, la calidad educativa implica reconocer la necesidad de
diversificar la oferta educativa a fin de asegurar no sólo el respeto sino el
fortalecimiento de las diferentes culturas […]. Gobiernos y sociedades
debemos impedir que la diversificación de los servicios de educación básica a
los grupos culturales minoritarios siga escondiendo una oferta empobrecida,
aprovechándose de que estos grupos no han tenido capacidad de exigir niveles
adecuados de calidad en el servicio y en sus resultados.
Cumbre del Milenio (2000)
Durante
la Cumbre del Milenio (2000) también se establecieron objetivos de desarrollo
para el año 2015 conocidos como “Objetivos de desarrollo de la ONU para el
milenio”; en el ámbito educativo destacaron: lograr la enseñanza primaria
universal y promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer.
Este último objetivo tiene, como uno de sus indicadores, eliminar las
desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria,
preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza para
el 2015.
Declaración Universal de los Derechos
Lingüísticos (1996)
La
Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos (1996) puntualizó que los
pueblos indígenas tienen el derecho a la enseñanza de la propia lengua y
cultura, asimismo declaró que la educación debe estar siempre al servicio de
la diversidad lingüística y cultural, y las relaciones armoniosas entre
diferentes comunidades lingüísticas de todo el mundo. También señaló que
toda comunidad lingüística tiene derecho a una educación que permita a sus
miembros adquirir un conocimiento profundo de su patrimonio cultural, así como
el máximo dominio posible de cualquier otra cultura que deseen conocer.
Chomsky
Desde
el campo de la lingüística Chomsky (1970) desarrolló el concepto de competencia
en el sentido de que “La competencia es la capacidad de creación y producción
autónoma, de conocer, actuar y transformar la realidad que nos rodea, ya sea
personal, social, natural o simbólica, a través de un proceso de intercambio y
comunicación con los demás y con los contenidos de la cultura”, no obstante,
contiene y señala con claridad lo que significa “ser competente”, pues define
el carácter activo y transformador que este concepto supone.
Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), el Programa para la Evaluación Internacional de
los Alumnos de la propia OCDE (PISA) y la Comisión Europea
Ante
este escenario, organismos internacionales como la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Programa para la Evaluación
Internacional de los Alumnos de la propia OCDE (PISA) y la Comisión Europea,
han centrado su mirada sobre la enseñanza y aprendizaje de las competencias
básicas como un medio para mejorar la calidad y la equidad de los sistemas
educativos.
OCDE
Para
este organismo, ser competente es ser capaz de “expresar e interpretar
conceptos, pensamientos, hechos y opiniones (escuchar, leer, hablar y escribir)
[e] interactuar lingüísticamente de una manera adecuada y creativa en todos los
posibles contextos sociales y culturales, como la educación y la formación, la
vida privada y profesional, y el ocio”; es decir, de responder a demandas
complejas y llevar a cabo tareas diversas de forma adecuada”.
En
respuesta a lo anterior, a finales de 1997, la OCDE inició el Proyecto DeSeCo
con el fin de brindar un marco conceptual firme que sirviera como fuente de
información para la identificación de competencias básicas o clave y el
fortalecimiento de las encuestas internacionales que se encargan de medir el
nivel de competencia de jóvenes y adultos.
A través del proyecto DeSeCo, la OCDE ha identificado un conjunto de
competencias necesarias para el bienestar social por lo que cada una deberá:
- Contribuir a resultados valiosos para sociedades e individuos.
- Ayudar a los individuos a enfrentar importantes demandas en una amplia variedad de contextos.
- Ser relevante tanto para los especialistas como para todos los individuos.
Programa para la Evaluación Internacional
de Alumnos de la OCDE (PISA)
Desde el marco conceptual de PISA 2006, se destaca que la competencia se
demuestra cuando “se aplican los conocimientos adquiridos a las tareas y retos
cotidianos y a los entornos extraescolares, previa valoración de distintas
opciones y toma de decisiones”.
EURYDICE
La EURYDICE ha destacado la necesidad de “formar personas competentes
para la vida personal, social, académica y profesional”, mediante una
alternativa de “competencias clave” que dista de ser la suma de los saberes
disciplinares que el alumnado acumula a lo largo de su historia escolar.
Desde esta red de
amplia resonancia internacional, se señala que las competencias clave son
paquetes “multifuncionales y transferibles” que “integran” los conocimientos
(conceptos, hechos y principios), procedimientos y actitudes necesarios para la
vida actual y para el futuro académico y profesional.
- Las competencias clave, a diferencia de los contenidos específicos, son multifuncionales, pues permiten la realización y el desarrollo personal a lo largo de la vida, la inclusión y la participación como ciudadanos activos y el acceso a un puesto de trabajo en el mercado laboral.
- Son trasferibles, a diferencia de los contenidos específicos, pues se aplican en múltiples situaciones y contextos para conseguir distintos objetivos, resolver situaciones o problemas variados y realizar diferentes tipos de trabajos.
- Son transversales e interdisciplinares a las áreas y materias curriculares porque su aprendizaje no es exclusivo de una de ellas.
- Son integradoras, a diferencia de los contenidos específicos, porque combinan conocimientos (“saber”), destrezas (“hacer”) y actitudes (“querer”).
- Son dinámicas, porque la competencia de las personas carece de límites en su crecimiento y se construye a lo largo de la vida.
CONTEXTO NACIONAL
En el contexto nacional, el acelerado cambio demográfico,
social, económico y político de nuestro tiempo ha exigido a la educación
nacional, la búsqueda de alternativas que le permitan estar en condiciones de
cumplir con objetivos tanto globales como locales y esto ha favorecido el
desarrollo de una profunda y amplia reflexión sobre la sociedad que deseamos y
el país que queremos construir, por lo que las formas en que los individuos se
apropian y utilizan el conocimiento en su proceso de formación y desarrollo,
imponen enormes retos para el aprendizaje en el mediano y largo plazos.
Las necesidades de aprendizaje en nuestro país –como en
otros– se relacionan con la capacidad de reflexión y el análisis crítico; el
ejercicio de los derechos civiles y democráticos; la producción y el
intercambio de conocimientos a través de diversos medios; el cuidado de la
salud y del ambiente, así como con la participación en un mundo laboral cada
vez más versátil. Esta educación constituye la meta a la cual los profesores,
la escuela y el sistema educativo nacional habrán de dirigir sus esfuerzos y
encaminar sus acciones.
Lo anterior, exige que los cambios educativos respondan
al avance continuo de la sociedad y a las necesidades de adaptación que se
requieran. La profundidad y la velocidad de estos desafíos obliga a la construcción
de mecanismos graduales y permanentes, que permitan evaluar y reformular los
contenidos curriculares y las formas de gestión del sistema y de las escuelas
en atención a una demanda cada día más diversa.
Lo anterior, exige que los cambios educativos respondan
al avance continuo de la sociedad y a las necesidades de adaptación que se
requieran. La profundidad y la velocidad de estos desafíos obliga a la construcción
de mecanismos graduales y permanentes, que permitan evaluar y reformular los
contenidos curriculares y las formas de gestión del sistema y de las escuelas
en atención a una demanda cada día más diversa.
México es un país que se reconoce como multicultural y
diverso (Artículo 2o de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos), que asume la existencia de diferentes culturas, etnias y lenguas, y
requiere, por tanto, del impulso de una educación intercultural para todos, que
identifique y valore esta diversidad y, al mismo tiempo, afirme su identidad
nacional; por lo que desde esta perspectiva, el Estado Mexicano está obligado a
ofrecer una educación básica –considerada como la plataforma común para todos
los mexicanos– democrática, nacional, intercultural, laica y obligatoria que
favorezca el desarrollo del individuo y su comunidad, así como el sentido de
pertenencia a una nación multicultural y plurilingüe, y la conciencia de la
solidaridad internacional de los educandos.
Por ello, la transformación educativa que se ha venido
gestando en nuestro país desde hace más de una década, hoy se concreta en el
Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 (PND), y en los objetivos señalados en el
Programa Sectorial de Educación 2007-2012 (PROSEDU), pues desde esos documentos
se da sentido y se ordenan las acciones de política educativa que en las
próximas décadas habremos de llevar a cabo con el concurso de todos los que
participamos en el sistema educativo mexicano.
Por ello y desde este marco internacional y nacional es
que la Subsecretaría de Educación Básica, se ha dado a la tarea de diseñar,
entre otras acciones, una nueva propuesta curricular para la educación
primaria, cuyo principal fin es el de que los niños y las niñas cuenten con
oportunidades para adquirir competencias; es decir, desarrollen y empleen
conocimientos, habilidades, actitudes y valores, no sólo para seguir
aprendiendo a lo largo de su vida, sino para que se enfrenten a los retos que
impone una sociedad en permanente cambio, se desempeñen de manera activa y
responsable consigo mismos y con la naturaleza, sean dignos miembros de su
comunidad, de su país y del mundo; en síntesis, para que participen activamente
en la construcción de una sociedad más libre y democrática pero, sobre todo,
más justa.
COMPETENCIAS EN EL PLAN Y LOS PROGRAMAS DE
ESTUDIO
En relación con el
término de competencias, la investigación educativa ha buscado
precisarlo, coincidiendo en que, como ya fue señalado, las competencias se
encuentran estrechamente ligadas a conocimientos sólidos; ya que su realización
implica la incorporación y la movilización de conocimientos específicos, por lo
que no hay competencias sin conocimientos.
Una competencia implica un saber hacer
(habilidades) con saber (conocimiento), así como la valoración de las
consecuencias de ese hacer (valores y actitudes). En otras palabras, la
manifestación de una competencia revela la puesta en juego de conocimientos,
habilidades, actitudes y valores para el logro de propósitos en contextos y
situaciones diversas y es por esta razón que se utiliza el concepto de
“movilizar conocimientos” (Perrenoud, 1999)11; Por su parte, Monereo y Pozo
(2007) hablan de poseer un conocimiento funcional no inerte, utilizable y
reutilizable y Coll (2007) de activar y utilizar los conocimientos relevantes
para afrontar determinadas situaciones y problemas.
En México, lograr que la educación básica contribuya a la
formación de ciudadanos con las características descritas anteriormente,
implica plantear el desarrollo de competencias como propósito educativo
central, SEP (2009). Las competencias movilizan y dirigen todos estos
componentes hacia la consecución de objetivos concretos; son más que el saber,
el saber hacer o el saber ser. Las competencias se manifiestan en la acción de
manera integrada. Competencias para la vida La Reforma Integral de la
Educación Básica (RIEB) propone cinco competencias para la vida, que deberán
desarrollarse desde todas las asignaturas, procurando que se proporcionen
oportunidades y experiencias de aprendizaje que sean significativas para todos
los alumnos.
1. Competencias para el aprendizaje permanente.
Implican la posibilidad de aprender, asumir y dirigir el
propio aprendizaje a lo largo de la vida, de integrarse a la cultura escrita,
así como de movilizar los diversos saberes culturales, lingüísticos, sociales,
científicos y tecnológicos para comprender la realidad.
2. Competencias para el manejo de la información.
Se relacionan con la búsqueda, identificación, evaluación,
selección y sistematización de información; el pensar, reflexionar, argumentar
y expresar juicios críticos; analizar, sintetizar, utilizar y compartir
información; el conocimiento y manejo de distintas lógicas de construcción del
conocimiento en diversas disciplinas y en los distintos ámbitos culturales.
3. Competencias para el manejo de situaciones.
Son aquellas vinculadas con la posibilidad de organizar y
diseñar proyectos de vida, considerando diversos aspectos, como los históricos,
sociales, políticos, culturales, geográficos, ambientales, económicos,
académicos y afectivos, y de tener iniciativa para llevarlos a cabo, administrar
el tiempo, propiciar cambios y afrontar los que se presenten; tomar decisiones
y asumir sus consecuencias, enfrentar el riesgo y la incertidumbre, plantear y
llevar a buen término procedimientos o alternativas para la resolución de
problemas, y manejar el fracaso y la desilusión.
4. Competencias para la convivencia.
Implican
relacionarse armónicamente con otros y con la naturaleza; comunicarse con
eficacia; trabajar en equipo; tomar acuerdos y negociar con otros; crecer con
los demás; manejar armónicamente las relaciones personales y emocionales;
desarrollar la identidad personal y social; reconocer y valorar los elementos
de la diversidad étnica, cultural y lingüística que caracterizan a nuestro
país, sensibilizándose y sintiéndose parte de ella a partir de reconocer las
tradiciones de su comunidad, sus cambios personales y del mundo.
5. Competencias
para la vida en sociedad.
Se refieren a la capacidad para decidir y actuar con
juicio crítico frente a los valores y las normas sociales y culturales; proceder
a favor de la democracia, la libertad, la paz, el respeto a la legalidad y a
los derechos humanos; participar tomando en cuenta las implicaciones sociales
del uso de la tecnología; participar, gestionar y desarrollar actividades que
promuevan el desarrollo de las localidades, regiones, el país y el mundo;
actuar con respeto ante la diversidad sociocultural; combatir la discriminación
y el racismo, y manifestar una conciencia de pertenencia a su cultura, a su
país y al mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario